Iniciando el camino: Los fundamentos del Aprendizaje en Cuineixa’t.
Tiempo de silencio, un espacio donde desaparecer.
¿Cuántos de nosotros en algún momento de nuestra vida hemos querido desaparecer. Des-hacer mucho o todo de lo que creemos ser y de lo que hemos construido o creado…?
Y aunque parezca imposible para muchos, sin irnos de este mundo, lo es. Es posible desaparecer y retornar…
Me diréis: ¿Cómo?
–“Pues una de las maneras que hoy os propongo es sencillamente callando, guardando silencio”.
Silencio activo, silencio consciente, silencio que genera aire, espacio y capacidad para crecer….ese silencio que después de una trayectoria de vida de ruido, de palabras llenas o vacías -de contenido, de intenciones o de sentido-, de mandatos, de planes, estrategias o figuraciones ….. Ese silencio que permite que la mente pare y de esta manera que se ralentice el tiempo y la necesidad de hacer.
Y así, de esta manera darnos tiempo y espacio para callar, para respirar, para sentir (nos), para observar (nos), para reconocer (nos) y para reorientar (nos) nuestra trayectoria y nuestra vida.
En ese tiempo de silencio vital nos damos el permiso para no crear-hacer (in-material) , para no definir (in-definidos), para no concretar (in-concretos),
Este Tiempo de Silencio es nuestro tiempo de Aprendizaje, de crecimiento:
Todo crecimiento se da a través de un aprendizaje y todo aprendizaje conduce inexorablemente a un crecimiento…
Si no quiero crecer es cuando me dolerán todas y cada una de las costuras de mi ser porque no permito que mi piel mude, aunque así lo demande corazón, cuerpo y mente.
De esta manera, cuando me decido a llegar a un momento o a un lugar de aprendizaje y por tanto de crecimiento, el silencio estará instalado en mí, durante este tiempo y ese espacio desaparezco de lo que he auto-construido de mí, para pasar a revisar-me y revisar lo que me ofrecen y reaparecer siendo ese nuevo yo…esa nueva versión de mi misma, donde lo ideal será la nueva versión mejorada y cada vez en mayor coherencia con mi esencia, a mi ser interior.
Y es así como iniciamos el aprendizaje en » l’ Espai Cuineixa’t»: respirando, aprendiendo a silenciar-nos, escuchando y aportando cuando lo que tenga que decir sea enriquecedor y constructivo…
Silenciando nuestras necesidades de competitividad, de comparación que suelen llevarnos a descentrar la atención de mí y depositar la en un otro real o ficticio.
Silenciando nuestra necesidad de responder automática e irreflexivamente, aprendiendo a parar a detenernos….
Detenernos para revisar si estas reacciones automáticas que ya están programadas en nuestra mente de manera inconsciente nos hacen vivir equilibrados, serenos, alegres (eso que la gente llama feliz).
Durante un tiempo, este parar, es posible que nos genere desconcierto. Nos sentiremos inmóviles, pero, todo lo contrario, de inmóviles nada de nada. Estaremos siendo tan activos como la vida misma, en este tiempo viviremos unos de los momentos más importantes de nuestra existencia:
¡¡Construiremos, redactaremos el argumento de nuestras interacciones…
decidiremos como y de qué manera responderé a los estímulos que se me planteen para crear una vida equilibrada, alegre y sostenible con mi entorno relacional a todos los niveles.
A partir de aquí ya seremos los protagonistas de nuestra vida y sin excusas ni culpas de nuestra infelicidad…!!
Pasaremos a ser los autores de nuestras respuestas, reacciones y decisiones…
Descubriendo que puedo ser siempre, y «desaparecer»cada vez que lo desee para construir mis nuevos y más amplios espacios de crecimiento y desarrollo.
Igual que tomamos una calabaza que va creciendo desde la semilla a través de una flor, deslizándose entre ramas y hojas …una vez la tenemos entre nuestras manos, en nuestra cocina …se deja hacer …desaparece ….se combina con nuevos ingredientes y materiales de cocción y reaparece transformada en un delicioso cabello de ángel….Igual y desde la plena conciencia, el ser humano a través del Silencio Activo nos dejamos vaciar de lo que nos sobra y complementar con lo que nos enriquece y nutre para reaparecer como personas – profesionales completos, íntegros y armoniosos.